Mira
hacia atrás todo lo que hiciste ayer y hazte esta simple pregunta. ¿Qué
funcionó y qué salió mal?
La única manera de no volver a cometer los mismos errores
es poder aprender del
pasado. La mejor
manera de aprender del pasado es dedicar tiempo para analizar lo que realmente
ocurrió.
Tu no necesitas un gurú famoso que te revele cómo puedes
mejorar tu trabajo. Sólo
necesitas la voluntad de aprender sobre lo que has hecho.
En lugar de enojarte por tus fracasos, opta por aprender de ellos.
En vez de jactarte ante los demás por tus éxitos, toma la decisión de aprender de ellos.
Aprende
lo que te ayuda, lo que te frena, lo que te hace más eficaz y lo que te hace
mas felíz. Aprende de tus encuentros , tus experiencias , tus alegrías,
tus fracasos y de los giros sorprendentes que a menudo te da la vida.
Todo
es una valiosa oportunidad de aprender si tu simplemente decides hacerlo.
Aprende de todo, y con la ayuda de Dios haz que cada día sea mejor que el
anterior.
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