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NOVEDOSO MODELO EDUCATIVO JESUITA


La Fundación Jesuita Educación de Cataluña quiere ser pionera en un nuevo modelo educativo. Fuera exámenes, adiós a los horarios cuadriculados y fin a las asignaturas, tal y como se han conocido tradicionalmente. Hablan de un cambio profundo, de dar protagonismo al alumno y de una evaluación que dependerá del conocimiento interdisciplinar de cada escolar.

Amparándose en estos pilares, los Jesuitas de Cataluña han creado una nueva etapa intermedia que abarca desde quinto de Primaria hasta segundo de ESO. Tres de los ocho centros que los jesuitas tiene en territorio catalán ya han implantado este modelo pedagógico.

Se espera que, un futuro no muy lejano, se amplíe al resto de colegios. La primera premisa pasa por transformar las aulas en espacios amplios, luminosos, coloridos y con un mobiliario adaptado a incentivar que los niños adquieran conocimientos haciendo proyectos conjuntos.

Esta experiencia piloto, que pretende ser pionera en España, se ha instaurado ya en las clases de 5º de Primaria y 1º de ESO.

Un cambio profundo
Las ansias del cambio profundo al que aluden no vienen de la nada. Antes de implementar el modelo educativo, los jesuitas recogieron 56.000 ideas de padres, madres, alumnos y profesores.

Para llevar a cabo el proyecto, denominado “Horizonte 2020”, se han derribado las paredes de las aulas, transformándolas en grandes espacios para trabajar. El profesor y las nuevas tecnologías adquirirán una presencia vital para que el alumno se convierta en un actor autónomo y con sentido crítico.

En los tres colegios que están experimentando esta nueva forma de enseñanza, hay 60 alumnos procedentes por clase y tres profesores. Éstos los acompañan durante todo el horario escolar y tutorizan sus trabajos. Los maestros se presentan como un equipo y semanalmente realizan un plan educativo.

Salvador Pont, profesor de 1º de la ESO de Jesuitas Sant Gervasi, declara que  "es positivo que los alumnos trabajen en diferentes materias sin tener la sensación de que es la hora de Matemáticas; se trata de facilitar el aprendizaje y aumentar su motivación”.

Aunque no hay asignaturas, también se ponen notas, pero puntúan primero las competencias de cada alumno.

La metodología potencia la curiosidad y creatividad del alumno. Se combina el trabajo individual y en grupo para lograr un mayor desarrollo de las inteligencias múltiples y la resolución de problemas.

“Con las clases tradicionales, el alumno se aburre”, asevera José Menéndez, director adjunto del centro.

Proyecto piloto con seis meses de experimentación
Los jesuitas destacan que en cuarto de primaria finaliza el proceso se lectura, escritura y de las operaciones matemáticas elementales. De los 10 a los 14 años, los niños viven una nueva etapa de maduración personal y desarrollo cognitivo, que se desarrolla en operaciones concretas. De ahí que esta nueva etapa intermedia incluya desde 5º de primaria hasta 2º de la E.S.O.

El sueño de cualquier estudiante hecho realidad. Sin preocupaciones por fechas de exámenes, pero tampoco de una hora estipulada para irse al recreo. Los alumnos comienzan el día con 20 minutos de reflexión y terminan con otros 20 minutos de discusión sobre el logro o no de los objetivos fijados.

«Hemos transformado la educación para que el alumno sea el protagonista, para que haya verdadero trabajo en equipo y los estudiantes descubran cuál es su proyecto vital, qué quieren hacer en la vida y enseñarles a reflexionar, porque van a vivir en una época que les va a desconcertar», argumenta el director general de la Fundación Jesuita Educación de Cataluña, Xavier Aragay.

Según Aragay, en los seis meses de experiencia piloto han encontrado casos de niños que antes buscaban excusas para no acudir a clase y ahora están encantados.

Así las cosas, este innovador modelo educativo fue presentado ante destacados especialistas del mundo pedagógico y universitario y ante los padres.

Las familias también forman parte del esqueleto de este modelo pedagógico. Colaboran en los procesos de aprendizaje de sus hijos y establecen una comunicación fluida con los educadores del centro.

Yvonne Hernández, madre de un alumno de Infantil, aseguraba en las redes sociales, tras la presentación del proyecto “hemos quedado maravillados con el entusiasmo que nos han transmitido desde el centro escolar”.

La opinión de expertos en Pedagogía
Aunque no ha realizado un estudio profundo sobre el sistema empleado por los Jesuitas, Xavier Ureta, Doctor de Pedagogía en la Universidad Internacional de Cataluña, reconoce que la Fundación “tiene una larga tradición pedagógica que la avala”.  De modo que ha calificado de “apuesta valiente” la introducción de este nuevo método.

Ureta considera que, “si el sistema educativo es competencial, los alumnos no tendrían por qué tener dificultades a la hora de enfrentarse a exámenes importantes como pudiera ser la Selectividad”, a pesar de haber perdido el hábito de estudio de los 10 a los 14 años.

Si bien, se muestra cauto a la hora de que otros colegios, sin tan dilatada experiencia, copien el modelo Jesuita. “Para poder extrapolarlo a otros centros, habría que valorar exhaustivamente a los profesionales (profesores)”, remarca Xavier Ureta.


Para terminar, Ureta considera que han elegido esta etapa y no otra para esta nueva forma de aprendizaje “porque es la edad en la que más está fallando el sistema educativo español.

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