En el
Reino Unido calculan que en el año 2031 la mitad de las personas estarán
solteras.
Eso se debe entre otros factores a que la relación entre el hombre
y la mujer atraviesa hace rato una transición necesaria.
El
machismo se va diluyendo y la mujer sale de un
deplorable estado de sometimiento y pésima autoestima.
Como la oruga que se convierte en mariposa
ella descubre que puede volar y desplegar todas sus capacidades.
El
macho soberbio pretende seguir como antes y aún halla hembras
sumisas o que se prostituyen por su belleza.
Y prostituirse es cambiar sexo por poder aunque sea dentro de un matrimonio carente de amor y armonía.
Lo cierto es que en esta transición muchos
temen casarse y que muchos matrimonios son flor de poco tiempo.
El
mundo reclama nuevos hombres y nuevas mujeres capaces de convivir sin competir
y de amar sin renunciar a la felicidad.
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