Por
lo mismo decido no culpar a otros y asumo la realidad sin culparme a mí mismo.
Cada día se me regala para aprender las lecciones del
amor: entrega, respeto, perdón, desapego, aceptación.
Cada
día es irrepetible y cada experiencia me enseña algo valioso, incluso lo que
veo como malo.
Cada instante estoy decidiendo, y en mi vida solo
dispongo del ahora que se escapa.
Necesito aceptar a los otros así como son, ya que es una
quimera intentar cambiarlos según mis deseos.
Quiero
hacerme amigo de mi alma, cuidarla, nutrirla y aprender a ir más allá de lo
aparente.
Hoy
elijo amarme y amar a los demás sin dependencias emocionales. Quiero un amor
sin cadenas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios